miércoles, 18 de enero de 2017

IO Y LA DIOSA HERA

Io era una princesa, hija del rey Argos, que había sido seducida por Zeus. En uno de sus encuentros sexuales, Hera estuvo a punto de descubrir en pleno de adulterio de su esposo. Sin embargo, en el último instante, Zeus convirtió a Io en una ternera blanca. Sospechando del engaño de su esposo, Hera pidió a Zeus que le regalase el animal como prueba de fidelidad, petición a la que el dios no pudo negarse. Hera recluyó a la princesa transformada en ternera en una gruta donde Zeus no pudiera encontrase con ella, y para defender la entrada de la cueva pidió al monstruo Argos , una criatura con cien ojos, que la vigilara día y noche. Tiempo después, Zeus localizó a la joven y pidió a su hijo Hermes que acabara con el monstruo Argos. El dios mensajero cumplió su misión y liberó a la joven después de acabar con la vida de la bestia. Cuando Hera descubrió el cuerpo de Argos decidió premiar su fidelidad convirtiendo sus múltiples ojos en el adorno de la cola de su animal sagrado, el pavo real.

La cólera de Hera contra la princesa Io no terminó con la muerte de Argos. Resignada a no poder tenerla en cautiviero, Hera envió un enorme tábano para que atormentara día y noche a la ternera. Desesperada,  Io inició un peregrinaje por las costas del Mediterráneo tratando de escapar de las picaduras del tábano. En su largo camino, Io sufrió todo tipo de penalidades, hasta llegar a Egipto, donde se convirtió en la sacerdotisa de la diosa Isis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario