MATAR
AL LEÓN DE NEMEA Y QUITARLE LA PIEL:
El primero de los doce trabajos de Hércules fue matar al León de Nemea y quitarle la piel. Este hecho a Poseidon no le gusto nada, era una acción que merecía ser castigada, y provoco que la reina Pesifae, la bella mujer de Minos e hija del dios Helios, se enamorara del animal y tuviera con él un hijo, conocido como el monstruo Minotauro. Después enloqueció al toro. Cuando Hércules lo encontró empezó a luchar contra el, lo agarró por los cuernos y se lo echo al hombro, llevándoselo por el mar Egeo hasta la corte de Euristeo, en Micenas. El rey, quiso ofrecérselo a la diosa Hera, pero la diosa no lo quiso porque le daba miedo, ya que el animal presentaba una gran ferocidad y ademas tenia algo que ver con Hércules y ella continuaba enfadada con el. Euriesteo acabo por poner al toro en libertad, y atravesó el istmo de Corinto, hasta que finalmente Teseo le mato en la llanura de Maratón.Quizá el más complejo de todos los trabajos comandados al héroe Heracles fue el de capturar a Cerbero, el perro de tres cabezas, desde el mismísimo Inframundo.
Euristeo comandó a Heracles el capturar a Cerbero. Para esto, Heracles se dirigió primero a Eleusis, donde le fue enseñado los misterios que lo harían capaz de entrar y salir del Hades con vida. Después de encontrar la entrada al Inframundo, Atenea y Hermes le ayudaron a atravesar el Aqueronte, convenciendo a Caronte, el barquero de los infiernos. En el camino a Cerbero, Heracles liberó a Teseo. Cuando llegó a enfrentarse a Cerbero, algunos dicen que utilizao su fuerza e ingenio para someter al monstruo, mientras que otros dicen que con amabilidad el perro dócilmente lo siguió.
El león había estado aterrorizando los
alrededores de Nemea, y tenía una piel tan gruesa que era impenetrable por las
armas. Cuando Hércules se dirigía a matar al león se hospedó en casa de
Molorco, partiendo después hacia la guarida de la fiera.
Cuando Hércules se enfrentó
al él por primera vez, usando su arco y sus flechas, un garrote hecho de un
olivo y una espada de bronce, resultaron inútiles. La morada del animal tenía
dos entradas: Hécules lo azuzó hasta que el animal penetró en ella, taponó una
de las entradas y acorralándolo por la otra lo atrapó y lo estranguló.
Hércules llevó el león hasta
Micenas para que lo viera el rey Euristeo, quien elegía que tareas debía
cumplir el héroe en el camino de los doce trabajos. Pero éste se asustó tanto
que prohibió a Hércules entrar en la ciudad, y le ordenó que de ahí en delante
le mostrase el fruto de sus trabajos desde ahí fuera. Euristeo mandó a sus
herreros que le forjasen una tinaja de bronce que escondió bajo tierra, y en la
que se refugiaba cada vez que se anunciaba a Hércules, comunicándole sus
instrucciones a través de un heraldo.
Hércules empleó horas
intentando desollar al león sin éxito. Por fin Atenea, disfrazada de una vieja
bruja, ayudó a Hércules a advertir que las mejores herramientas eran las garras
del león. De esta forma, con una pequeña intervención divina, consiguió la piel
del león, que desde entonces vistió a modo de armadura, usando su cabeza como
yelmo.
MATAR
A LA HIDRA DE LERNA:
Hércules recibió
instrucciones de Euristeo para matar a la Hidra de Lerna, una serpiente
acuática que vivía en un pantano cerca de Lerna, junto a Argos, en el
Peloponeso. La Hidra tenía nueve cabezas, aunque algunas fuentes aseguran que
eran más aún. Era una criatura extremadamente venenosa e incluso su aliento era
mortal. Con la ayuda de Atenea, Heracles encontró la guarida del monstruo y
empezó a luchar contra él. Cada vez que le cortaba una cabeza, brotaban dos o
tres en su lugar. Además Heracles se vio también atacado por un cangrejo o una
langosta gigante que Hera había enviado para ayudar a la Hidra. El héroe,
acorralado, apeló a su primo Iolaos, que le había conducido hasta Lerna.
Mientras Heracles se deshacía de la langosta, Iolaos prendía fuego a varios
árboles. Con las ramas encendidas prendía fuego a las heridas causadas por
Heracles cada vez que cortaba una cabeza. Así consiguieron acabar con la serpiente,
pero antes de abandonar el pantano, Heracles empapó las puntas de sus flechas
con la sangre venenosa del monstruo para disponer desde entonces de un arma
mortífera. La Hidra y la langosta, que al final le ayudarían, ascendieron al
firmamento gracias a Atenea y dieron lugar a las constelaciones de Hidra, la
Serpiente, y Cáncer, el Cangrejo.
Debido a la ayuda de Iolaos,
Euristeo rechazó que la muerte de la Hidra hubiese sido un trabajo
completamente realizado por Heracles. Algunas fuentes aseguran que los trabajos
eran diez al principio, imponiendo los dos últimos a causa de la negligencia
del propio héroe.
LA
CIERVA DE CERINEA:
La Cierva de
Cerinea es una cierva con pezuñas de bronce, cornamenta de oro y uno de
los 12 trabajos de Hércules Se dice que esta cierva es tan veloz como para
correr en el agua. Hércules la persiguió por un año entero hasta poder
atraparla.
Euristeo y Hera estaban
furiosos al saber que Heracles había logrado escapar de las garras del León
de Nemea y de la Hidra de Lerna, por lo que decidieron pensar en una tarea
fatídica para el héroe. La tercera tarea no implicaba matar a una bestia, ya
que quedaba claro que Heracles podía superar a los oponentes más fieros, por lo
que Euristeo le hizo capturar a la hembra del ciervo de Cerinea, ya que era más
rápida que una flecha.
Al inicio de su búsqueda,
Heracles se despertó y pudo ver el destello de las astas de la cierva. Heracles
la persiguió durante un año por Grecia, Tracia, Istria y la tierra Hiperbórea.
En algunas versiones, la capturó mientras dormía lisiándola con una red. En
otras, se encontró con Artemisa en su templo y ella le dijo que dejara la
cierva y le contara a Euristeo que la tercera tarea estaba completa. Aunque en
otra versión, Heracles atrapó la cierva con una flecha entre las patas
delanteras.
Euristeo había dado la tarea
de incitar la ira de Artemisa por la profanación de tan sagrado animal. Cuando
volvía con el animal, Heracles se encontró a Artemisa con su hermano Apolo. Le
rogó perdón, explicando que tuvo que capturarla como parte de su condena, pero
que prometía devolverla. Artemisa le perdonó, evitando el plan de Euristeo para
que le castigara.
Cuando le trajo la cierva a
Euristeo, le dijo que se convertiría en parte de la casa de fieras del rey.
Heracles sabía que tenía que devolverla como prometió, por lo que acordó
entregarla con la condición de que el propio Euristeo saliera y la tomara. El
rey salió, pero en el momento en el que Heracles dejó ir a la cierva, corrió a
su señora, dejando a Heracles diciendo que Euristeo no había sido lo
suficientemente rápido. Euristeo, molesto cuando Heracles consiguió superar a
otra criatura, le contó que trajera el terrible Jabalí de Erimanto vivo.
CAPTURAR
AL JABALÍ DE ERIMANTO:
En las primitivas tierras
altas de Arcadia, donde permanecían las viejas costumbres, el jabalí de
Erimanto era una temible criatura gigante que vivía en el monte Erimanto, una
montaña que aparentemente fue sagrada para la Dama de los animales, ya que en
tiempos clásicos seguía siendo refugio de Artemisa (Homero, Odisea,
VI.105). Un jabalí era un animal peligroso: "Cuando la diosa giraba su
rostro furioso hacia un país, como en la historia de Meleagro, enviaría a un
jabalí furioso, que echaría a perder los cultivos de los granjeros” En
algunos relatos, Apolo envió al jabalí a matar a Adonis, un favorito
de Afrodita, en venganza por cegar a su hijo Erimanto cuando la vio
bañarse. Robert Graves sugirió que Afrodita fue sustituida por Artemisa
en la narración de este mitema del epónimo Erimanto. Sin embargo, la versión
más comúnmente aceptada afirma que Ares se convirtió en un jabalí y mató a
Adonis por celos.
En algunos relatos, ya que no
hay una narración definitiva, la cuarta labor de Heracles era capturar el
jabalí. De camino, Heracles visitó a Folo un tipo de centauro
hospitalario y viejo amigo. Hércules comió con él en su cueva - aunque el centauro
devoró su carne cruda - y pidió vino. Folo solo tenía una jarra de vino, un
regalo de Dionisio todos los centauros del monte Erimanto. Heracles le
convenció para que la abriera, y el olor atrajo a otros centauros. No entendió
que el vino necesitaba aguarse, se emborrachó y atacó. Heracles disparó una de
sus flechas venenosas y los centauros se retiraron a la cueva de Quirón
Folo sentía curiosidad por la
mortalidad de las flechas, cogiendo una y soltándola, clavándose en sus cascos
y envenenándole. Una versión afirma que una flecha perdida golpeó también a
Quirón, pero al ser inmortal, solo podía sentir dolor. Su dolor era tan grande
que cedió su inmortalidad y tomó el lugar de Prometeo quien había sido
encadenado en la cumbre de la montaña para que un águila devorara diariamente
su hígado, aunque era un titán inmortal. El torturador de Prometeo,
el águila, siguió torturando a Quirón, y Heracles lo mató con una flecha. Se
acepta generalmente que la historia pretendía mostrar a Heracles como el recipiente
de la inmortalidad cedida por Quirón. Sin embargo, esta historia contradice que
Quirón enseñó a Aquiles. La historia de los centauros a veces aparece en
otras partes de las doce labores, como la liberación de Prometeo.
Heracles visitó Quirón para
recibir consejo sobre como capturar al jabalí, y Quirón le dijo que lo llevara
a la nieve gruesa, lo que sitúa este trabajo en mediados de invierno.
Capturando exitosamente al jabalí, Heracles lo ató y se lo llevó
a Euristeo, quien se asustó y se escondió en un depósito semienterrado de
pithos, rogándole a Heracles que se librara de la bestia, siendo un tema
predilecto de los pintores de vasos. Roger Lancelyn Green afirma en su Tales of
the Greek Heroes que Heracles lo lanzó al mar. Entonces nadó a Italia, donde
sus colmillos se conservaron en el templo de Apolo en Cumas. Tres días después,
Euristeo, aún temblando de miedo, mandó a Heracles a limpiar los establos de
Augías.
Además del jabalí que mató a
Adonis, el otro jabalí más famoso de los mitos griegos es el jabalí de
Calidón quien fue asesinado por Meleagro.
LIMPIAR
LOS ESTABLOS DE AUGÍAS:
Por designio de los dioses,
el ganado de Augías, rey de la Élide, no sufría de enfermedades, y
doce toros que su padre, el dios Sol Helios, le había regalado, defendían
al resto de la manada, asegurando que tampoco sufriera bajas causadas por las
fieras de los alrededores. Con todo esto, el ganado de Augías se
convirtió en el mayor del país..
Euristeo impuso el
trabajo de limpiar el establo en un solo día a Hércules con el fin de
humillarle y ridiculizarle, ya que era tal la cantidad de excrementos
acumulados (los establos de Augías jamás habían sido limpiados) que
resultaba prácticamente imposible limpiarlos en un sólo día. Así el
gran Hércules, vencedor de terribles monstruos y realizador de hazañas
heroicas, caería humillado ante una tarea tan sucia.
Nadie esperaba
que Hércules lo consiguiera, ya que en este trabajo la fuerza no le
servía de nada, pero lo que hizo el astuto héroe fue desviar el cauce de los
ríos Alfeo y Peneo, llevándolos a través de los establos por un canal que él
mismo había cavado. Los ríos arrastraron toda la suciedad y Hércules, ante
la sorpresa de todos, completó su quinto trabajo.
MATAR
A LAS AVES DE ESTÍNFALO:
Según la mitología griega, los pájaros de Estínfalo son unos monstruos que en sus
orígenes habitaron en los alrededores del lago Estínfalo, de allí su nombre.
Estos son los responsables de la pérdida de enorme cantidad de cultivos.
Eran las aves favoritas del
dios Ares y
cuando estaban irritadas lanzaban sus plumas como flechas. La gran
dificultad era hacerlas salir del bosque donde se escondían.
Ante esta situación Euristeo (Rey de
la Argólida)
encomendó a Hércules que
las erradicara de la zona ya que perpetraban muchos ataques y las pérdidas ya
eran muy grandes, además de haber generado un temor muy grande entre sus
súbditos.
Este constituyó el quinto de
los doce trabajos realizados por Heracles. En un principio no sabía como
cumplir con su tarea pero fue entonces cuando la diosa Atenea le concedió
un cascabelde
bronce que tenía la propiedad de ahuyentar a los temidos pájaros. Este héroe
con sólo hacer sonar el cascabel logró espantarlas y muchas fueron abatidas por
él mediante el uso de su arco y flechas. Gracias a su destreza como arquero,
logró vencer los siniestros rapaces.
Otras emigraron hacia la isla
de Ares, en
el Mar Negro, en donde encontraron su nuevo hogar que aunque mermadas en cantidad todavía
eran suficientes como para atemorizar a sus pobladores y destruir sus cultivos.
CAPTURAR
AL TORO DE CRETA:
Minos, hijo de Zeus y Europa,
y rey de Creta, le juro a Poseidon que sacrificaría cualquier ser que saliera
de las aguas marítimas, de modo que Poseidon hizo salir un toro, un enorme pero
precioso animal que lanzaba fuego por las fauces. Minos, al ver ese corpulento
y bonito animal no le quiso sacrificar y lo introdujo en su rebaño.
El rey Euristeo al enterarse
de la noticia, mando a Hércules a realizar el siguiente trabajo: viajar a
Creta, donde se encontraba el toro destrozando todos los cultivos, capturarlo
vivo y llevarlo ante él.
Hércules no lo dudo ni un
segundo, sabiendo también que el trabajo no le daría problemas porque el animal
no tenia poderes mágicos y con su brutal fuerza podía vencerlo, ademas, Minos
le ofrecía toda la ayuda que necesitara.
Todo el pueblo de Creta quedo
mas tranquilo tras la noticia, eso si, gracias a Hércules otra vez.
ROBAR
LAS YEGUAS DE DIOMEDES:
l rey Diomedes tenía cuatro
yeguas que comían carne humana. Éste las tenía atadas con cadenas y las
alimentaba con la carne de sus inocentes huéspedes. Estas infernales yeguas
alegorizan elementos infrahumanos pasionales profundamente sumergidos en
regiones del subconsciente. Cada persona debe eliminar de su mente la totalidad
los elementos subjetivos y la pasión animal. Euristeo le encargo a Hércules
como octavo trabajo que las robara. Heracles partió con un grupo de voluntarios
y consiguio arrebatárselas a Diomedes. Éste se enfureció tanto que junto a un
ejército para matar a Heracles. Sin embargo, Hércules lo mató primero arrojando
su cuerpo aún con vida a sus yeguas. Tras devorarlo, las yeguas se volvieron
tan mansas que el héroe las pudo atar al carro de Diomedes y se las llevó a
Micenas, donde fueron regaladas a Hera. Se dice que las yeguas murieron en el
monte olimpo devoradas por las fieras y las alimañas.
ROBAR
EL CINTURÓN DE HIPÓLITA:
En la mitología
griega, Hipólita es la reina Amazona, dueña de un cinturón
mágico que le había regalado su padre, Ares, el dios de la guerra; su
madre fue la también reina amazona Otrera.
El noveno trabajo de Hércules
fue obtener el cinturón, a petición de Admete, la hija de Euristeo.
En una versión de la historia, Hipólita se enamora de Hércules y le da el
cinturón voluntariamente. En otra, Hércules secuestra a una de las hermanas de
Hipólita, Melanipa, exige el cinturón como rescate y libera a la amazona
cuando lo obtiene.
Después que Hércules hubiera
obtenido el cinturón, Teseo, uno de sus compañeros, secuestra
a Antíope, otra hermana de Hipólita. Las Amazonas atacan entonces (porque
Hera, la enemiga de Hércules, ha difundido el malintencionado rumor de que Hércules
está allí para atacarlas o secuestrar a Hipólita), pero Teseo y Hércules
escapan con el cinturón y con Antíope. Según otra versión, Hércules mata a
Hipólita en su huida. Para rescatar a Antíope, las Amazonas atacan Atenas, pero
fracasan; en algunas versiones, Antíope muere durante el ataque.
ROBAR EL GANADO DE GERIÓN:
Según la mitología
griega Gerión era un monstruoso gigante. Un ser con forma humana
formado por tres cuerpos, con sus respectivas cabezas y extremidades, según la
mayoría de las versiones. Aunque no se suele especificar la forma exacta de la
unión entre los tres cuerpos, se le suele representar con unido por las
cinturas. A veces se le retrata con alas, pero no es usual. Aparte de estas
características, su aspecto mayoritario era humano. Vivía en la isla Eriteia
(actualmente Cádiz), más allá de las columnas de Hércules, ya en el Océano.
El ganado de Gerión estaba
guardado en una cabaña custodiada por Ortro, perro de dos cabezas hermano de
Cerbero, y por el pastor Euritión. Hércules mató a ambos, y cuando llegó
Gerión, según algunas versiones avisado por Menecio, el pastor del Hades, lo
mató también, desgarrando su cuerpo en los tres de que estaba formado.
El héroe se dispuso a llevar
el ganado a Euristeo. Durante el camino, en la escala que hizo en el monte
Aventino de Roma, un gigante llamado Caco le robó a Hércules parte del ganado
mientras dormía (según las versiones romanas). El gigante hizo caminar a las
reses marcha atrás para no dejar huellas. Según algunas versiones, Hércules
pasó con el resto del ganado frente a una cueva donde Caco escondía las reses
robadas, y entonces empezaron a mugir, descubriendo así el héroe el escondrijo
del ladrón. Según otras, Caca, la hermana de Caco, le dijo a Hércules dónde
escondía su hermano el producto del robo. El héroe mató a Caco y recuperó la
parte del ganado robada por éste.
Al pasar por Sicilia, el
héroe fue retado a un combate por Érice, el rey de la isla, que era un
fortísimo boxeador. Hércules apostó parte del ganado y su adversario, muy
seguro de sí mismo, puso en juego su reino. Pero fue el héroe quien ganó el
combate, en el cual mató a Érice, que fue enterrado en el templo dedicado a su
madre Afrodita en la montaña a la que dio nombre: Erice. Hércules dejó el reino
a sus habitantes diciéndoles que en la posteridad enviaría a sus descendientes
a gobernar (estos descendientes serían los heráclidas, capitaneados por su
sobrino Yolao).
Para molestar al héroe, Hera
envió un tábano para que picase a las reses, irritándolas y esparciéndolas.
Después, la diosa envió una inundación que elevó el nivel de un río tanto que
Hércules no podía cruzar con el ganado. Éste se puso a apilar piedras en el
río, construyendo un camino por el cual condujo a las reses.
Por fin el héroe llegó a
Micenas con el ganado, el cual fue sacrificado a Hera por orden de Euristeo.
ROBAR
LAS MANZANAS DEL JARDÍN DE LAS HESPÉRIDES:
Las Hespérides eran un grupo
de hermanas ninfas, habitantes de una lejana isla, donde cuidaban un
maravilloso jardín. Dependiendo de las interpretaciones se cree que pueden ser
las Islas Canarias, Cabo Verde o Madeira. Estas islas se ubicaban cerca al
Atlas (Marruecos). Dependiendo de cada fuente se habla de tres, cuatro o hasta
nueve Hespérides. Ellas eran hijas de Nyx (Noche) y Erebo (Oscuridad). Ellas, además
cuidaban unas manzanas de oro, que Zeus le había dado a Hera después de su
matrimonio. Estas además eran custodiadas por el dragón Ladón.
Como undécimo trabajo, Hera
comandó a Heracles el robar las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides.
Esta labor remplazaría a los dos trabajos donde Heracles fue ayudado o pagado.
Para esto, Heracles capturó a Nereo, dios del mar, para que le indicara el
camino. Sin que le dieran una dirección concreta, acudió a Prometeo quien le
indicó el camino como respuesta a una tortura. Las formas como consiguió las
manzanas varían. La primera teoría indica que cuando Heracles llegó a donde
Atlas, se ofreció a sostener el cielo por unos minutos si él a cambio traía las
manzanas; cuando este regresó, tenía el deseo de llevarlas el mismo a Euristeo,
pero Heracles lo engañó preguntándole si podía sostener el cielo de nuevo,
mientras se ponía su capa, a lo que Atlas accedió, lo que hizo que el héroe
pudiera escapar con las manzanas. Otras versiones indican que venció a Ladón.
CAPTURAR A CERBERO Y SACARLO DEL INFRAMUNDO:
Cerbero era hijo de Equidna y
Tifón, y era el perro de Hades. Tenía tres cabezas (algunas fuentes varían con
respecto a este número), cola de serpiente y cabezas de serpiente en su lomo.
Cuidaba la puerta de los infiernos, y siempre era amable y risueño cuando las
almas se dirigían en dirección al Hades, aunque tenebroso y feroz cuando
alguien trataba de escapar hacia el mundo vivo.
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