Los llamados Juegos Píticos
fueron uno de los cuatro Juegos Panhelénicos con los de Olimpia, los Juegos
Nemeos y los Juegos Ístmicos. Como los otros grandes juegos fueron considerados
fúnebres por lo que conmemoraban una muerte. Fueron unos juegos realizados en
el santuario de Delfos y eran consagrados a Apolo. Son un aspecto del agon
epitaphios que se practicaba junto a la tumba de Pitón, enterrado por su
hijo Aix ("cabra").
Se entregaba como premio una
corona de laurel, árbol consagrado a Apolo por la transformación de la ninfa
Dafne, la gloria y el reconocimiento de los dioses.
Se celebraban cada cuatro
años, y al principio fueron verdaderos certámenes de poesía y música: el premio
era otorgado al concursante que había compuesto y cantado el himno más hermoso
en honor del dios cuyas flechas habían causado la muerte al monstruoso reptil.
Tiempo después se añadieron a éstos los otros combates de los juegos olímpicos.
ORIGEN DE LOS JUEGOS PÍTICOS
Al quinto día se celebraban las competiciones deportivas:
Fueron juegos instituídos en
Delfos por el mismísimo Apolo con motivo de la victoria obtenida ante la
serpiente Pitón. En la mitología griega, Pitón era una gran serpiente hija de
Gea, la madre Tierra, nacida del barro que quedó en la tierra después del gran
diluvio. El terrible monstruo vivía en una gruta cerca de Delfos, en el Monte
Parnaso, y allí custodiaba el oráculo. El dios Apolo mató a Pitón, exigió el
oráculo para sí y desde entonces fue conocido como Apolo Pitio.
La competición debe su
nombre al lugar, que se llamaba Pito, bien por las preguntas que le hacían los
visitantes al oráculo, o bien porque el animal que allí se estaba pudriendo.
Los Juegos Píticos tomaron
su forma definitiva después de la llamada primera guerra sagrada. Los
habitantes de la cercana Cirra quisieron apoderarse del rico santuario de
Delfos. Pero los habitantes de Delfos pidieron ayuda a los anfictiones, un
grupo de doce etnias relacionado inicialmente con el culto a Deméter en
Tesalia. Así, Cirra fue derrotada y los anfictiones pasaron a administrar el
santuario a partir de 590 a.C. y restablecieron el agón.
En los primeros tiempos se
celebraban cada ocho años. Este ciclo de exactamente 2920 días correspondía a
99 lunas y representaba un muy largo año.
Los juegos consistían
únicamente en un concurso musical, donde cada candidato cantaba un himno en
honor a Apolo acompañándose de una lira. El primer vencedor fue Crisótemis de
Creta, hijo de Carmanor. Pausanias añadió que el famoso historiador Hesíodo no
pudo participar porque no se sabía acompañar con la cítara y que Homero no
participaba porque era ciego: pura ficción para confirmar la antigüedad de las
competiciones.
En el tercer año de la 48
Olimpiada, los anfictiones que dirigían el santuario de Delfos repartieron
junto a los premios para la citarodia, el canto con acompañamiento de
cítara, premios a la aulodia, canto con acompañamiento de oboe (aulos) y
para el oboe solo.
En el 562 a.C., Sacadas de
Argos ganó esta competición con el Nomos pythikos, aún famoso, canto en el
que se reproducía con sonidos la lucha entre Apolo contra la serpiente Pitón.
COMIENZO OFICIAL DE LOS
JUEGOS PÍTICOS
En el 582 a.C. los juegos
adquirieron una organización definitiva, marcando así el comienzo oficial de la
era de los Juegos Píticos. Desde entonces se celebraron cada cuatro años.
Tenían, ademas, lugar en el mes de Boukatios, el segundo del calendario
délfico (es decir, de agosto a septiembre), el tercer año después de cada
Olimpiada, puesto que éstas también eran fiestas "pentéricas", como
las Píticas, que se celebraban cada cuatro años desde el siglo IV a.C. en el
mes de Heraios (octubre).
Según la Crónica de
Paros en 590 a.C. ya tuvo lugar una competición gimnástica con premios de gran
valor procedentes de botines de guerra, pero desde 582 a.C. fue un agon
stephanites, una competición con una corona de laurel como único premio para el
vencedor.
En el mes de Bizios (seis
meses antes del comienzo de los juegos en el mes de Bukatios) los mensajeros
(theoroi, teoros) recorrían la Antigua Grecia de Marsella a Crimea, de Éfeso a
Cirene, para proclamar la tregua sagrada, que permitía que los griegos
asistiesen a los juegos con total inmunidad, incluso en época bélica. Existía
el periodo sagrado, que duraba un año y preservaba a los teoros y a los
participantes de toda acción bélica. Si una ciudad cometía una infracción a
esta norma, quedaba completamente excluida de la participación en los juegos
Píticos.
PRUEBAS DE LOS JUEGOS
PÍTICOS
Los juegos en total duraban
de seis a ocho días, más que en Olimpia al añadirse el agón musical. Los
primeros tres se dedicaban por completo a cuestiones religiosas como los
sacrificioes, las procesiones de los teoros, sacerdotes y participantes
del segundo día al altar de Apolo para ofrecerle una hecatombe y a un banquete.
Puede que también se celebrase una representación, en forma de drama sagrado,
de la lucha de Apolo contra la serpiente Pitón.
El cuarto día se establecían
concursos musicales en el teatro: poemas acompañados con cítara, una larga
pieza de flauta que conmemoraba los cinco episodios de la lucha contra el
temible reptil (poema pítico), un solo de flauta y de cítara, concursos de
poesía, representaciones trágicas y espectáculos de danza.
Carrera larga o dolikhos de
27 estadios de 178 metros.
Carrera doble o diaulo (de
dos estadios).
El pancracio.
El pugilato.
La carrera armada.
El pentatlon: cada atleta se
presentaba a las pruebas de carrera, salto de longitud, lucha, lanzamiento de
disco y lanzamiento de jabalina.
El sexto día, y a veces el
séptimo, se desarrollaban los concursos hípicos: las carreras de caballos con
cuatro caballos (cuadrigas) o con sólo dos equinos (bigas). El primer vencedor
de estas competiciones fue Clístenes de Siracusa. En 475 a.C. Polizelos, hermano
de Gelón de Siracusa ganó la carrera de cuadrigas y encargó erigir una de broce
cuyo auriga se ha conservado hasta hoy.
Las competiciones
gimnásticas e hípicas necesitaban dos días cada una, por lo que los juegos
duraban ocho días en total.
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